Aislados, el Marco y la Tostadora, se pierden entre opuestos, descubriendo el concepto de finito. Ahora no están en un barrio sino en una isla: aquí suben, bajan y miran las estrellas, descubren la existencia de límites, lo horrible que puede ser el hombre con la misma tierra que le vio nacer y el auténtico calor de verano.
El marco está distante y la Tostadora, por su lado, sigue atraída por el secretismo de las dobles historias. Ahora ha sido un Higo quien ha robado su corazón viajero. Lo encontró de noche cuando éste paseaba con sus galas, al ritmo fashion de la música ibicenca, donde todo vale. De día, al ver al Higo moreno, tras horas y horas de sol en la playa decide probar con un isleño. La Tostadora está cegada pero sigue dando su calor de costumbre al Marco, por cariño, por tradición.
Nos gusta este mundo al revés, donde el Marco es el protagonista anónimo que no entiende su historia y se confunde mientras ve a los fiesteros. Nos gusta como al Marco la Tostadora, y a la tostadora el Higo, ¿pero tú?, ¿en qué te fijas?
El marco aclamando al cielo. Pronto será una autopista
Primer plano de la invasora destructora
Casita enmarcada entre futura autopista. El higo desgarrado de dolor. De compras en Sant Jordi. Un mercadillo auténtico
Momento de creatividad musical en las DaliasMiticas hierbas, mítico Ca n'Aneta
Buscador de metales
Orgía de Barbies y el higo flipando
Daiquiri al remojoCultivando arrán de carretera
San Carlos, una mini joya natural
La tranquilidad de nuestro rincón
Cristobal Colón es de San Antonio
Mensaje en árbol de colores
Una casita de ensueño
Amor en Kumharas
Casita Verde's world
Minimalismo natural: algarrobas almacenadas
Café de algarroba y una vista espectacular
El feroz algarrobero
La reina algarrobera en su reino
Cae el sol, empieza la fiesta en cafe del mar
Las batucadas de los domingos en Benirras. El higo entre amigos
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