Enmarcando Sevilla y olé



El Marco ansiaba viajar, volar y descubrir entre esquinas parajes, mosaicos y personajes. Buscó en Internet y encontró una oferta. Convenció a la tostadora quien no tardó demasiado en decidirse. Agobiada por la monotonía y el pasar de los días urgía de un romance de los suyos, cortos, intensos e inolbidables. Aceptó la invitación y emprendieron vuelo.
Allá tenían conocidos y fue gracias a ellos a los que sintieron el calor de un brasero, durmieron en pleno centro de la ciudad, salieron por el Jackson y probaron las mejores tapas (¡Ojo al pescadito frito!)

La capital andaluza enamora y es que tiene un color especial. La gente sonríe, habla con un deje que cautiva y bebe rebujito. El Marco, buscaba impaciente un tablao flamenco para una noche especial, la Tostadora mientras paseaba melancólica. Tanta naranja le teletransporta a los días en El Carmen. Así que enmudece, entra dentro de sí misma y decide no tener amante. ¡Qué esta aventura es para ella!, ¡Para darse cuenta de que quiere!

Y entre pasos, conocen un fontanero que les socorre en un momento de ayuda, un simpático señor que para sus pedaleos para regalarles cuatro martillazos y pasean hasta que amanece, cuestionandose que es la voluntad y que es lo que quieren hacer.

El Marco aun continúa cegado, sin percatarse que la Tostadora no tiene suficiente, que su amor no es más que una costumbre. Pero ella ansía llegar más alto, ¿pero hasta donde quiere llegar?

Y seguimos viendo que las historias están dentro de otras historias. Nos gusta este mundo al revés, donde el Marco es el protagonista que está descubriendo mundo dibujando una nueva historia. Nos gusta como al Marco la Tostadora y a la tostadora la Naranja, ¿pero tú?, ¿en qué te fijas?

[Porque si miramos

fuera... entendemos

porque todo... lo demás

es realidad]



Peinetas y farales !Colores y olé!


Esperando el brazo del sol


El lorenzo, unas cañitas y el que! sevillano



White peace soldiers



Arte todo el rato



La cartuja. Arte antiguo y Arte Moderno



Hall de lo Desacogedor



Esquina de mosaico arábigo



El marco se ríe del taller (el tiene sus Salvadores)


Barquito chiquitito a la espalda de Triana



Reflejo sobre cuerno de toro y soledad encuadrada I


Reflejo sobre cuerno de toro y soledad encuadrada II



Momento de creatividad musical a las orillas del Guadálquivir



c
Juego de interpretaciones en el CAAC



Belén rociero



ABC en cada esquina


Glorieta, buzón y motorista encuadrado



Pescaito frito y Cruzcampo


Utopía artística en Sevilla



Visuá o mensaje



Tostadora busca el oro


Torre del Oro, punto y pelota



La inmensidad de Plaza España



Rebuscando en nuestros orígenes


Todo el arte sevillano en una Glorieta



Palmas y flamenco (dentro y fuera)


La Tostadora es incapaz de amar entre tanto destello naranja



Marco y Tostadora miran los problemas de frente



Backstage de La Giralda y papa despistado



Premonición de una romántica cena


La esencia de Sevilla en un cruze de calles



El alma del Anima


De nuevo un momento de creatividad musical (flamenco auténtico)


Filosofadas con nombres extraños



Maestros Musicales. En cualquier lado



Hall of religion



Jackson busca a Mery Flowers




Los incansables








Enmarcando Formentera


En un sitio tan pequeño, Marco y Tostadora se sienten extraños. La luz es blanca y pura, como la de los veranos de los sesenta así que deciden mirar en gran pantalla y salpicar los detalles con toques de la más sincera sencillez.

El cielo está más cerca que nunca, las nubes corren bajan y el Marco las mira buscando formas. Va en moto, con cuidado con la arenilla, toca el claxón a los italianos y coge “un moreno Formentera”.

Entre el misticismo que invade a la Tostadora se cruza un Melocotón: un hippie que vive con poco y que sabe que su futuro es ser un orejón (no le molestan las arrugas le gusta demasiado el sol). Este le enseña a hacer torres de piedras y le dice que dan buena suerte, que debe pedir un deseo. La Tostadora se lo guarda en el bolsillo, cierra los ojos y le da la mano.

A la Tostadora, le gusta la manera con la que ve la vida y decide aprender algunos de sus consejos. Y así comparten una historia tan pequeña como Formentera, el marco está demasiado concentrado mirando las nubes no se da cuenta de nada.

Y seguimos viendo que lo de dentro no es nada sin lo de fuera, y que sin el soporte no hay nada que aguantar, entonces, nada tiene sentido. Un mundo al revés donde las historias están dentro de otras,¿pero tú?, ¿en qué te fijas?


Azul Formentera (Sant Francesc)



Admirando Illetes



Sa Fonda. Lugar de reunión



Hace calor. El melocotón se va a dar un baño



Casa sobre ruedas



A la sombra de la palmera



Monumentos naturales (Cap de Barbaria)



Aparición de amantes ibicencos. Melocotón en celo



Aparición de amantes ibicencos. Melocotón entra en celo II



Aparición de amantes ibicencos. Melocotón entra en celo III


Melocotón haciendo autostop



Ovejas en la parra

Invicta, Formentera conquistada por italianos


Rent a bici ¿y el melocotón?



Familia de padre escultor (San Francesc)


Tres generaciones calladas en la plaza del Ayuntamiento


Casita de pescadores


Avanzando hacia la Mola


Avanzando hasta La Mola II

Avanzando hasta la mola III

El melocotón casi en La Mola

El melocotón llega a La Mola

En todos los pueblos bonitos existe un colmado



Trio amoroso. El infiel

Trio amoroso. La amante


Trio amoroso. La engañada



Habia una vez, un barquito chiquitito

El melocoton observa ibiza, cerramos capitulo y se acaba un dia